Castelo de Villerouge-Termenes

Es el castillo de los cátaros Villerouge-Termenés, sobre el que hicieron una buena reconstrucción, presentándose como una fortaleza, acabada de salir de las manos de los canteros y constructores. El castillo de Villerouge-Termenés, del siglo XIII, con sus torres almenadas en las cuatro esquinas, se alza en medio del pueblo de Villerouge-Termenés, por lo que su acceso es perfecto, por medio de una rampa en la parte norte, que conduce a una puerta fortificada, con las armas del arzobispo Bernat de Farges, pero mas bien fue este castillo de los cátaros como residencia veraniega de sus dueños, apiñándose las casas del pueblo a su alrededor, al estilo medieval de la época y a menos de 25 metros del refrescante río “Le Lou”. En la parte alta de la muralla del castillo de Villerouge-Termenés, la recorre el camino de ronda. Desde el 15 de Julio hasta finales de agosto de cada año, los habitantes del pueblo, representan la vida en el castillo de Villerouge-Termenés, en “L’estival medieval” con gran fidelidad. Se proyectan audiovisuales muy completos, con vídeos, diapositivas, maniquíes vestidos de la época, como ejemplo en la vida común de los cátaros, exponiéndose también frescos murales rescatados recientemente. Igualmente puede contemplar el visitante vajillas medievales, como vestigios arqueológicos encontrados, que hacen referencia al castillo de Villerouge-Termenés, siendo declarado este castillo en la ruta de los cátaros, monumento histórico en el año 1976. En la sala de banquetes, del castillo de Villeruorge-Termenés se puede degustar la carne al estilo medieval, en una larga mesa a tal efecto, donde no se utilizan tenedores ni platos, tan solo cucharas, cuchillos tajaderos y escudillas, las buenísimas tortas de pan sin levadura, sirviéndose la bebida en cubiletes, jarras o botijos. En el patio del castillo de Villerouge-Termenés, fue quemado vivo en la hoguera, el último perfecto de los cátaros, Guillem Belibaste, el 24 de agosto de 1321, por lo que este castillo adquirió esta nefasta fama en los tiempos actuales. El visitante quedará reconfortado visitando el pueblo de Villerouge-Termenés, al pie mismo del castillo el pueblo de los cátaros, recorriendo sus tortuosas calles de época medieval, transportándose a más de seis siglos atrás, de aquellos azarosos tiempos, visita obligada sin duda sería la iglesia de Sant-Etienne, con su retablo del siglo XVI restaurado con todo primor. Los que prefieran probar la cocina de los cátaras, fuera del castillo y pueblo de , encontrará un buen restaurante en Ruffiac-des-Corbières, o bien en Duilhac, de camino hacia Perapertusa y si lo prefiere acercarse a degustar la cocina regional en Cucugnan

É o castelo de Villerouge-Termens ctaros, em que eles fizeram uma boa reconstrução, presentndose como uma fortaleza, apenas fora das mãos dos pedreiros e construtores. O castelo de Villerouge-Termens, do século XIII, com suas torres ameias nos quatro cantos, fica no meio da aldeia de Villerouge-Termens, por isso o acesso é perfeito, através de uma rampa no lado norte, que leva a um portão fortificado, com as armas da arcebispo Bernat de Farges, mas sim era ctaros este castelo como seus dueos residência de verão, apindose as casas da vila ao redor, o pouco de estilo medieval e menos de 25 ro metros refrescantes de Le Lou. Na parte superior da parede de castelo de Villerouge-Termens, o passeio do caminho do litoral. De 15 de julho até o final de agosto de cada ano, os moradores, que descreve a vida no castelo de Villerouge-Termens em medieval Lestival com grande fidelidade. Audiovisual projeto muito completo, com vídeos, slides, pequenos manequins vestidos como um exemplo na vida dos ctaros comuns, também exponindose afrescos recentemente resgatados. Os visitantes também podem ver os pratos medievais, como vestígios arqueológicos encontrados, que se referem ao castelo de Villerouge-Termens, sendo declarado o castelo no caminho dos ctaros, monumento histórico no ano de 1976. Na sala de banquetes, castelo Villeruorge-Termens você pode saborear a carne em estilo medieval, em uma longa mesa para o efeito, onde são utilizados sem garfos ou placas, apenas colheres, facas e bacias valas, os buensimas pães ázimos, beber em copos sirvindose , frascos ou jarros. No pátio do castelo de Villerouge-Termens, ele foi queimado vivo na fogueira, o direito de ctaros Finalmente, Guillem Belibaste, a 24 de agosto de 1321, de modo que este castelo adquiriu essa fama mal nos tempos modernos. Ser visitantes que visitam a cidade de Villerouge-Termens, no sopé da cidade do castelo de os mesmos ctaros, andando pelas ruas sinuosas de tempos medievais, transportndose a consolou mais de seis séculos atrás, desses tempos difíceis, certamente deve ser o igreja de Saint-Etienne, com o seu retábulo do século XVI restaurado com toda a beleza. Aqueles que preferem para provar a cozinha de ctaras fora do castelo e da cidade, encontrar um bom restaurante em Ruffiac-des-Corbires ou em Duilhac, a caminho de Perapertusa e se você preferir se aproximar cozinha regional amostra em Cucugnan