Villasandino

Desde la carretera vemos que nos vamos acercando a dos monumentales iglesias, nuestra sorpresa llega cuando nos damos cuenta que pertenecen a un mismo pueblo....Lo que nos lleva a pensar sin conocerlo de la importancia que tuvo éste en épocas pasadas. Las "piedras" nos van atrayendo como imanes, así que, decidimos parar para que nos hablen y nos cuenten la interesante historia de este lugar, cuyo nombre "Villa Sendino" viene de las siete sendas o sendinos que le unían con siete poblados que estaban a su alrededor. El río Odra nos da la bienvenida. Su amable gente nos cuenta, que fue una importante villa medieval, etapa de uno de los ramales del Camino de Santiago que discurría por la antigua calzada romana Aquitana. Sólo se podía acceder al interior de la muralla (de la que sólo quedan restos) por el puente románico por el que parece que no pasa el tiempo y por el arco de entrada, mandados construir por el Obispo Don Mauricio, impulsor de la esbelta catedral de Burgos. Allí al lado del río, quieta, monumental, bella.... está una de las joyas de esta villa, la impresionante "Iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción", para todos "Iglesia de la Villa", de estilo herreriano con una altura de cuarenta y cinco metros. Su estructura es sobria y serena como la gente de estas tierras. Su elegante torre se divisa desde cualquier punto del pueblo. Su interior, nos deja sin palabras. Elegantes bóvedas que no te cansas de mirar, pila bautismal románica, tablas góticas de Jorge Inglés, órgano de 1734, retablos barrocos. ¡Belleza absoluta! En la otra parte del pueblo nos espera la "Iglesia de la Natividad", todos la conocen como, la "Iglesia del Carmen", predomina el estilo renacentista, salvo la torre y el ábside gótico. En el interior tres naves con sus finas nervaduras, interesante alfarje mudéjar en el coro, pinturas de Diego de Leiva. ¡Elegancia perfecta! Las piedras tenían razón, debíamos parar para admirar tales bellezas y conocer a sus gentes, sus plazas, sus bodegas, sus calles... No es de extrañar que una tierra así fuera la cuna del poeta Alfonso Álvarez de Villasandino (Cancionero de Baena), de Juan Osorio, escritor de notable familia, Juan Rueda de los Ángeles, escritor en lengua japonesa y sobre todo de la gente que hizo, hace y seguirá haciendo este maravilloso pueblo.

A partir da estrada, vemos que nos aproximamos de duas igrejas monumentais, a nossa surpresa vem quando percebemos que pertencem às mesmas pessoas .... O que nos leva a crer sem conhecer a importância deste no passado. "Pedras" vai atrair-nos como imãs, por isso decidimos parar para falar conosco e diga-nos a história interessante deste lugar, com o nome "Villa Sendino" vem dos sete caminhos ou sendinos que o prendiam com sete aldeias, que estavam ao seu redor. O rio Odra nos acolhe. Friendly pessoas nos dizem, que foi uma importante cidade medieval, palco um dos ramos do Caminho de Santiago que corriam ao longo da antiga estrada romana Aquitana. Eu só podia aceder ao interior da parede (dos quais apenas remanescentes) pela ponte românica que parece acontecer tempo e o arco da entrada, construção ordenado pelo Bispo Dom Mauricio, motorista da catedral delgado Burgos. Há ao lado do rio, ainda, monumental, bonito .... é uma das jóias desta cidade, o impressionante "Igreja de Ntra. Sra. De la Asuncion" por todos "Igreja do Villa," estilo Herrera com uma altura de quarenta e cinco metros. Sua estrutura é simples e sereno como os povos destas terras. Sua torre elegante pode ser visto de qualquer ponto da vila. Dentro, ele nos deixa sem palavras. abóbadas elegantes que não me canso de olhar, pia batismal românica, tabelas góticas Jorge Inglês, órgão de 1734, retábulos barrocos. beleza absoluta! Do outro lado da cidade que esperávamos a "Igreja da Natividade," como todos sabem, o estilo renascentista "Iglesia del Carmen" predomina, com exceção da torre e da abside gótica. Dentro de três navios com suas costelas finas, interessante mudéjar com painéis de teto no coro, pinturas de Diego Leiva.¡Elegancia perfeito! As pedras estavam certos, devemos parar para admirar tal beleza e conhecer o seu povo, seus lugares, suas adegas, suas ruas. Não é de admirar que essa terra foi o berço do poeta Alfonso Alvarez de Villasandino (Cancionero de Baena), Juan Osorio, escritor da família notável, Juan Rueda de los Angeles, escritor em língua japonesa e, especialmente, as pessoas que fizeram , faz e continuará nesta cidade maravilhosa.