Kris por el mundo
Outra perspectiva de Sofia
Otra perspectiva de Sofía
Ver la ciudad caminando está genial. Pero ¿y verla subido a bordo de una antiguo tranvía? Nos pareció una idea genial y eso hicimos para terminar nuestra jornada en la capital búlgara.
No teníamos muy claro a que tranvía subir, de modo que estando en la plaza de la Mezquita Banya Bash vimos un puesto que podía ser de venta de billetes de transporte público. Nos acercamos y así era. La señora que nos atendió nos entregó un plano de transporte público y nos explico que hacía falta un billete por trayecto. Como nuestra idea era subir a un tranvía, llegar al final, y regresar, compramos dos billetes para cada uno de nosotros.
Nos pusimos a mirar y descifrar el plano hasta que llegamos a la conclusión de que el tranvía nº22 que tenía parada cerca era uno de los que hacía el recorrido más largo y que luego nos podía dejar cerca del hotel.
Buscamos la parada y esperamos. Pasaron varios tranvías. Incluso un nº 22 antiguo pero demasiado lleno. El siguiente de esa ruta era moderno y preferimos esperar a que llegara de nuevo alguno antiguo. No tardó mucho, y allá que fuimos. Empezamos a cruzar la ciudad dejando atrás la parte monumental para adentrarnos en otros barrios. Para ver a la gente volver del trabajo con las bolsas de la compra. Cansados. Con esa cara que indica que solo quieren llegar a casa para descansar.
La ciudad dejó de tener atractivo. Las casas antiguas y las calles cuidadas dejaron paso a altos edificios, a calles con socavones... Gracias a ese paseo en tranvía pudimos descubrir otra Sofía. La de la gente que la habita y para la que no todo son museos e iglesias los lugares que ver en Sofía
Al llegar al final de la línea bajamos del tranvía al que vimos dar la vuelta sobre los raíles para colocarse en el punto de salida. Allá que fuimos, a subir de nuevo a ese tranvía 22 ante la cara de asombro y la sonrisa del conductor.
Esta vez el tranvía iba vacío, pudimos sentarnos y disfrutar de la ciudad a la inversa. Dejando atrás la parte moderna para adentrarnos en el centro, mucho más atractivo de la ciudad.
Ver a cidade a pé é grande. Mas o que eu vejo subiu a bordo um bonde vintage? Encontramos uma grande idéia e fizemos para terminar o nosso dia na capital búlgara. Tivemos de eléctrico muito claro para ir para cima, de modo a ser na praça da Mesquita Banya Bash vi um post que poderia ser a venda de bilhetes para os transportes públicos. Nós nos aproximamos e foi. A senhora que nos cumprimentou nos deu um mapa dos transportes públicos e explicar que precisava de um bilhete em cada sentido. Como a nossa idéia era a bordo de um bonde, chegar ao fim, e voltar, nós compramos dois bilhetes para cada um de nós. Temos de olhar e decifrar o avião até que concluir que a paragem de eléctrico No.22 estava perto Eu tive um daqueles que fizeram a viagem mais longa e que poderia, então, deixar perto do hotel. Nós olhamos para a parada e esperou. Eles passaram vários eléctricos. Mesmo um No. 22 antiga, mas muito lotado. A seguir esse caminho era moderno e preferem esperar para voltar a qualquer idade. Não demorou muito, e lá fomos. Nós começamos a atravessar a cidade deixando para trás a parte monumental para entrar em outros bairros. Para ver pessoas do trabalho com sacos de compras. Cansado. Com aquele rosto indicando que só quer chegar em casa para descansar. A cidade deixou de ser atraente. casas antigas e ruas bem cuidadas deu edifícios maneira de altas, ruas com buracos ... Graças à viagem de eléctrico descobrimos outra Sofia. As pessoas que vivem lá e para as quais nem todos os museus e igrejas. No fim da linha para baixo o eléctrico vimos ligar trilhos colocados no ponto de saída. Lá estávamos nós, para subir de volta para o eléctrico 22 na cara de admiração e sorriso do motorista. Desta vez o bonde estava vazio, poderíamos sentar e desfrutar da cidade em sentido inverso. Deixando para trás o lado moderno de entrar no centro, cidade muito mais atraente.



+2