Roberto Gonzalez
Era uma vez um castelo
Había una vez un castillo
Pero ya no queda nada de él, desgraciadamente, tan sólo esta preciosa y esbelta torre y una pequeña parte del claustro que dan una idea de lo impresionante que tuvo que haber sido la fortaleza que durante tantos siglos guardó la ciudad de Tarrasa.
Este castillo, llamado Castell Palau de Terrassa, se levantó en el siglo XII y alrededor de él y bajo la custodia de los señores de la ciudad, tal y como era costumbre en la Edad Media, surgió la actual urbe.
Son casi 27 los metros que tiene de altura esta atalaya construida en piedra y guijarros de río, y si nos preguntamos el porqué de una puerta de acceso situada tan arriba, sólo debemos pensar en los continuos ataques de árabes y las guerras entre las poderosas familias catalanas para darnos cuenta de que esa inaccesibilidad era necesaria.
Lo mismo podemos decir de su inexpugnabilidad, que tras la desaparición del castillo la convirtió en prisión y en archivo notarial de la ciudad. El estado de conservación y mantenimiento es envidiable, lo que junto a su valor histórico y arquitectónico la convierten en el edificio más emblemático de la ciudad.
Cuidado, si no vamos siguiendo su rastro por las alturas de los tejados puede que nos perdamos el pequeño callejón que le sirve de entrada...Y sería una pena no verla.
Mas não há nada disso, infelizmente, só que desta torre bela e esbelta e uma pequena parte do claustro, que dão uma idéia de quão impressionante que deve ter sido a fortaleza que durante séculos manteve a cidade de Tarrasa. Este castelo, chamado Castell Palau de Terrassa, levantou-se no século XII, e em torno dele e sob a custódia dos senhores da cidade, como era costume na Idade Média, surgiu a cidade atual. São quase 27 metros, que tem alto desta torre de vigia construída em pedra e rio seixos, e se perguntar por que uma porta de acesso como acima, só devemos pensar sobre os ataques contínuos por árabes e guerras entre famílias poderosas Catalão para perceber que esta inacessibilidade era necessário. O mesmo é verdade para a sua invulnerabilidade, que após o desaparecimento do castelo tornou-se prisão e arquivos notariais da cidade. A condição e manutenção é invejável, que juntamente com o seu valor histórico e arquitectónico tornar o edifício mais emblemático da cidade. Tenha cuidado, se não estamos seguindo sua trilha através das alturas dos telhados podemos perder o pequeno beco que serve como entrada ... E seria uma pena não vê-lo.



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