Las Piletillas

Casi por inercia, empezamos el recorrido por Garganta la Olla por estas gargantas, ollas y piletillas que están a la entrada de la localidad viniendo desde Cuacos de Yuste y su conocido monasterio que me encantó. Tras dejar el coche en un pequeño aparcamiento que vimos en la zona, nos decidimos a subir el río, curso arriba con cierta dificultad ya que el camino no estaba preparado para andar y pudimos ir haciendo ciertos equilibrismos. También puede resultar muy agradable sentarse frente a este río y escuchar el sonido del agua discurrir, la verdad es que es muy agradable dejar que pase el tiempo bajo unos castaños que te cobijan del sol que azota la zona en los meses mas cálidos. No me sorprendió en absoluto las zonas de baño que había porque ya había oído hablar de ellas y la verdad espero que en pocos días en verano me pueda acercar por allí para disfrutar mas de ellas. Mención aparte merece destacar la visita a Garganta la Olla, una localidad que tiene construcciones que datan de varios siglos y que hace que sus calles, sean uno de los conjuntos históricos más destacados de Extremadura.

Muy recomendable,paraje natural q invita a relajarse escuchando el sonido del agua y aunque el agua esta gélida,no os perdáis un baño.