luisfernando
Partimos de Alta com mais dor do que...
Enmedio de la nada
Partimos de Alta con más pena que gloria, pero pensando que cada vez nos quedaba menos para nuestro destino final, la isla de Mageroya y el Cabo Norte.
Nos acompañaba esa lluvia fina pero pertinaz que tanto molesta a los conductores y a poco de dejar Alta, otra vez nos encontramos con la Tundra y algunas pequeñas granjas de renos que los tenían acordonados por alambradas que no impedían que alguno se escapase y que con su cansino andar espatarrado se interpusiera en nuestro camino.
Eran ya cerca de las dos de la tarde y nuestros estómagos empezaban a cabrearse de hambre, así que decidimos parar a comer, menos mal que como siempre llevábamos algunas cosillas en el coche para hacerlo ya que la soledad y la falta de algún pueblo o ciudad eran patentes.
El lugar que elegimos fué una pequeña bahía del fiordo Porsangerfjorden en pleno mar de Barents. Este sitio debería ser uno de los "mas concurridos" pues poseía una pequeña mesa de piedra con unos bancos y unos servicios, que eran mas bien letrinas con techo.
Resulta que en aquel lugar tuvimos el primer contacto con una serie de formaciones hechas de lajas de piedras que según la leyenda, todas esas pequeñas torres que hacíamos los visitantes por el día después por la noche se convertían en TROLLS. Luego nos daríamos cuenta que en la Laponia Noruega esa tradición está bastante extendida.
Partimos de Alta com mais dor do que glória, mas pensar que cada vez que tinha menos a nosso destino final Mageroya Ilha e do Cabo Norte. Temos acompanhado essa chuva fina, mas persistente que incomoda ambos os pilotos e alguns licença Alta, novamente encontramos a tundra e renas pequenas fazendas que tinham isolaram por arame farpado não está impedido qualquer fuga e com a sua cansativa esparramado vão ficar no nosso caminho. Eram quase duas horas da tarde e os nossos estômagos começavam a ficar louco com fome, então decidimos parar para comer, felizmente, como sempre tivemos algumas coisas no carro para fazê-lo e que a solidão ea falta de qualquer vila ou cidade eram evidentes. O lugar que escolhemos foi um pequeno Porsangerfjord completo baía no Mar de Barents. Este site deve ser um dos "mais movimentada", pois ele tinha uma mesa pequena pedra com bancos e alguns serviços, que eram latrinas em vez telhado. Acontece que neste lugar que teve o primeiro contato com uma série de formações feitas de lajes de pedras, que segundo a lenda, todas as pequenas torres que os visitantes fizeram o dia após a noite tornou-se TROLLS. Então, nós podemos perceber que em Lapland Noruega que a tradição é generalizada.



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