Carlos Olmo
Não que os frutos do mar é fresco, é que está vivo!
No es que el marisco esté fresco, ¡es que está vivo!
Me encantan los mercados, visitarlos es una de las primeras cosas que hago en cualquier lugar del mundo que visito, y aunque en algunos países son una prueba para tu estómago y tus capacidades olfativas, creo que los mercados son el pulso y el latido vivo de los lugares y en ellos se puede aprender más en cinco minutos sobre la vida cotidiana de la gente que leyendo diez libros.
El mercado municipal de Pontevedra es un ejemplo del amor de sus paisanos por los productos autóctonos de la tierra y del mar. Es un espectáculo ver los mariscos moviéndose por los puestos intentando escapar del futuro que sospechan que les espera: gambas, langostinos, cigalas, langostas, lubrigantes, nécoras, camarones, navajas, etcétera, componen un ballete crustáceo que te despierta los jugos gástricos.
En la planta superior se encuentran los productos de la tierra, frutas, verduras y hortalizas, con productos muy recomendados como los pimientos de Herbón/Padrón, el queso ahumado de San Simón y otras variedades como el de Cebreiro, y por supuesto las incomparables empanadas gallegas en sus múltiples variedades: bonito, carne, xoubas, pulpo, raxo, zorza, zamburiñas, etcétera. No pueden faltar tampoco los orujos, los aguardientes y los vinos gallegos, del Ribeiro al Albariño
Con casi 60 años de vida, el mercado fue reformado en el año 2003 por el famoso arquitecto gallego Cesar Portela, que lo adecuó a los nuevos tiempos, con un aparcamiento subterráneo de dos plantas y una reconstrucción del mercado que mantuvo íntegras las antiguas fachadas y escalinatas interiores de piedra de cantería.
Eu amo os mercados, visite uma das primeiras coisas que eu faço em qualquer lugar do mundo para se visitar, e até mesmo em alguns países são um teste do seu estômago e suas habilidades olfativas, eu acho que os mercados estão a pulsação e os batimentos cardíacos ao Vivo lugares e que podem aprender mais em cinco minutos sobre a vida diária das pessoas que lêem 10 livros. O mercado da cidade de Pontevedra é um exemplo de amor a seus conterrâneos produtos locais da terra e do mar. É uma visão que se deslocam para ver as barracas de frutos do mar, tentando escapar do futuro que o aguarda suspeito: camarões, camarões, lagostins, lagostas, lubrigantes, caranguejos, camarões, facas, etc, compõem um crustáceo que acorda ballete sucos gástricos. No andar de cima são os produtos da terra, frutas, vegetais, produtos altamente recomendados como pimentas Herbón / Register, o San Simon queijo defumado e outras variedades como Cebreiro, e, claro, as tortas incomparáveis galego em suas muitas variedades: nice carne de polvo xoubas Raxo, Zorza, vieiras, etc. Você não pode perder tanto o bagaço, bebidas espirituosas e vinhos da Galiza, o Ribeiro Albariño Com quase 60 anos, o mercado foi renovado em 2003 pelo famoso arquiteto Cesar Portela Gallego, que adaptou aos novos tempos, com estacionamento subterrâneo com dois pisos e uma reconstrução do mercado que manteve intactas as antigas fachadas e escadas interiores de pedra talhada.



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