Adolfo Cajal
Comer em Martin Berasategui no mês de ...
Comer en Martin Berasategui en el mes...
Comer en Martin Berasategui en el mes de Julio , en una escapada al festival de Jazz de San Sebastián, es una experiencia que no se olvida nunca. El entorno,el comedor al aire libre , la delicada y profesional atención del personal de sala y la visita al comedor al final de Martin preguntándonos que tal habíamos comido , con un tono cercano y amable, es el colofón de un gran restaurante. Comimos a la carta , a destacar un pichón con una textura y un sabor a brasas que te recuerdan un manjar rústico y delicado a la vez. Unas ostras con un punto cítrico que hacen actuar con energía las glándulas salivares , destacando los matices yodados.
Comer em Martin Berasategui no mês de julho, em uma viagem para o Festival de Jazz de San Sebastian, é uma experiência que nunca vou esquecer. O cenário, jantar ao ar livre, a atenção delicada e profissional dos funcionários da enfermaria e visitar a sala no final de Martin preguntndonos tais habamos comido com um tom próximo e amigável, é o colofn de um grande restaurante. Nós comemos a la carte, para destacar uma pichn com uma textura e sabor que lembra brasas obter uma rstico e delicado ao mesmo tempo prazer. Ostras com ctrico ponto eles fazem agir de glândulas salivares de energia, destacando as nuances iodados.



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