Roberto Gonzalez
Uma maneira original de ver Havana
Una peculiar manera de ver La Habana
La lanchita de Casablanca es una experiencia única. En la Avenida costera de San pedro, justo en el muelle Luz, encontramos la terminal de la acuática experiencia. Debemos pagar ( los turistas) el equivalente a 1 €, ( los habaneros pagan 5 céntimos) para cruzar al otro lado y ahorrarnos la interminable travesía en autobús que por un lado, por tierra y por otro atravesando la bahía usando el túnel, y llegar al Morro.
Una vez en la embarcación, solo nos queda disfrutar de la compañía de los cubanos que durante 15 minutos mueven de un lado a otro sus pertenencias y mercaderías, sus bicis y sus escasas compras, estudiantes y trabajadores del estado que vuelven a casa o van al trabajo, unos silenciosos y otros en la eterna y alegre charla del cubano.
Al llegar nos espera el Cristo de la Habana ( ahora en reformas) y una vista de la ciudad que de ninguna manera debemos perdernos. Sólo así podemos, junto con la vista desde el hotel Habana Libre, de la grandeza de la capital cubana.
La vuelta la podemos hacer de la misma manera o tomando un autobús cubano, con 5 personas por m2 y cruzando bajo el mar por el túnel, dos experiencias que también recomiendo.
O pequeno barco de Casablanca é uma experiência única. No litoral San Pedro Avenue, bem na luz doca, encontrar a experiência aquática terminal. Pagamos (turistas) o equivalente a 1 €, (habaneros pagar cinco centavos) para atravessar para o outro lado e salvar a viagem interminável de ônibus um lado, por terra e outro do outro lado da baía usando o túnel, e chegar El Morro. Uma vez no barco, só podemos desfrutar da companhia dos cubanos por 15 minutos se mover para trás seus pertences e bens, as suas bicicletas e suas poucas compras, estudantes e trabalhadores do Estado que voltar para casa ou ir para trabalhar, alguns em silêncio e outros na eterna e alegre conversa cubana. Na chegada, espera o Cristo de Havana (agora em renovação) e uma vista da cidade que, de modo algum ser desperdiçada. Só então poderemos, juntamente com a vista do Hotel Habana Libre, da grandeza da capital cubana. O retorno pode fazer da mesma forma, ou tomar um ônibus cubano com 5 pessoas por m2 e cruzando sob o mar através do túnel, duas experiências que eu também recomendo.



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