Ribat of Harthema
Fuimos a Túnez con un amigo que vivió allí 25 años y ahora vive en España. Su familia vive en Monastir, así que elegimos ese pueblo como centro de operaciones.
Su familia fue amabilissima y nos trataron como reyes, y nos hicieron de Cicerones por todo su pueblo, ya que tenían una flota de taxis y se dedicaban a eso.
El primer día nos quedamos por Monastir, por su zoco, por el puerto, fumamos chicha en alguna cafetería, bebimos té.
Y luego visitamos el Ribat. Me quedé impresionada. Es magnífico, impresionante.
Al lado está el cementerio de Monastir, donde está enterrado el padre de nuestro amigo. Fuimos a visitar su tumba. La mayoría están hechas de baldosas, o a veces con un simple montón de arena.
Vimos un entierro, donde una fila de personas esperaba a que los familiares del muerto les dieran pan. Nos explicó nuestro amigo que era una tradición cuando moría alguien allí.
Luego entramos al Ribat, con unas vistas impresionantes a la ciudad y al mar. Fue construido en el 796. Puedes acceder a todo, torres, murallas, sótanos.
Subimos a la torre más alta, Nador, hacía mucho aire, pero las vistas eran magníficas. Se veía la inmesidad del mar, el paseo, el cementerio al lado, y el mausoleo de Bughiba, una especie de Taj Mahal en miniatura, que se mandó construir Burguiba para que lo enterraran.
Vale la pena visitarlo, además mi amigo me contó que fue escenario de La vida de Brian, una de mis pelas favoritas.


