Paco Ramos
esforço desperdiçado
Un esfuerzo inútil
Es encomiable como algunos lugares intentan atraer visitantes destacando bellezas que realmente no valen el esfuerzo de acercarse a ellas. Este es el caso de estas cuevas. No es que sean feas, pero quien haya vistos otras se quedará bastante desilusionado de esta visita.
La cueva de las Güixas no destaca por nada y sobre todo no destaca porque después del precio que hya que pagar por la entrada (bastante cara) esperas que algo de interés irás a ver, pero no. Empieza la visita por uno de esos consabidos centros de interpretación: unas fotografías bastante deficientes (seguramente hechas por el amigo de alguien) un video soso y malo y después cuatro bloques de cartón piedra con los que se reconstruyen la vida del hombre primitivo (pobre hombre primitivo porque el maniquí es bastante lamentable, como uno de esos que vemos en los escaparates, pero vestido de harapos)
Terminado tan lamentable espectáculo nos vamos a las cuevas que están a poca distancia, pero por un camino de cabras en el que el riesgo de romperte un tobillo se encuentra a cada paso. Lllegados al lugar pasamos a la cueva. La iluminación es mala, algunos lugares nula. Nos explicaron que las lluvias del otoño pasado y la primavera habían estropeado la iluminacion (pero la desidia es evidante, porque tiempo ha habido para arreglarla) El interior, donde se puede ver, es pequeño, las formaciones de estalactitas y estalagmitas bastante escasas y de poco interes, incluso algunas están rotas. Hay que andar con cuidado porque, a parte de que se ve mal, hay una colonia de murciélagos en el interior de la cueva y de vez en cuando alguno te pega un susto, pero lo peor es que hay tramos en los que el suelo se encuentra cubierto de sus excrementos y se hace peligrosamente resbaladizo.
En fin, no las recomiendo y el guía, al menos el que nos tocó a nosotros, bastante soso y prepotente. Nos dió una lección infumable de geología y constantemente se interrumpia para renegar a cualquiera que hablase, especialmente a los niños.
É louvável como alguns lugares tentar atrair visitantes destacando a beleza que realmente não vale a pena o esforço para aproximá-los. Este é o caso destas cavernas. Não que eles são feios, mas que tenha visto os outros permanecem bastante decepcionado com esta visita. A caverna dos Güixas não é conhecido por qualquer coisa e, especialmente, não porque depois do preço HYA para pagar a entrada (e caro) esperam algo de interesse ir, mas não. Começar a visita por um desses consabidos centros de interpretação: Uma Pobre fotografias (provavelmente feitas pelo amigo de alguém) um vídeo branda e ruim e, em seguida, quatro blocos pasteboard com que a vida do homem primitivo reconstrói (homem pobre primitiva, porque o manequim é bastante infeliz, como um daqueles que vemos nas janelas, mas vestido em trapos) Terminado espetáculo tão triste vamos para as cavernas que estão a uma curta distância, mas por um caminho de cabras em que o risco de quebrar um tornozelo é a cada passo. Lllegados o lugar que ir para a caverna. A iluminação é ruim, lugares vazios. Eles explicaram que as chuvas no último outono e na primavera tinha explodido as luzes (mas indolência é evidante, porque o tempo tem sido a de corrigir) O interior, onde você pode ver, é pequenas formações de estalactites e estalagmites muito magro e pouco interesse, até mesmo alguns estão quebrados. Temos de agir com cuidado porque, para além de que parece ruim, há uma colônia de morcegos dentro da caverna e, ocasionalmente, um bate-lhe um susto, mas o pior é que existem secções onde o solo é coberto com os seus excrementos e torna-se perigosamente escorregadio. A fim de não recomendá-los e orientar, pelo menos, um nos tocou, bastante branda e arrogante. Nós demos uma lição geologia infumable e constantemente interrompido para repudiar falar com ninguém, especialmente crianças.
