Aqui não há pobreza ou a falta
Aquí no hay pobreza ni carencia
Mueve el fuego las cenizas levantando el humo en el oscuro cuarto donde esperan las tortillas en el gran comal redondo que las infla y las dora en la fuerte hoguera, en espera de salsa verde martajada y unos frijoles de la olla. Resalta su blusa blanca adornada con hilos rojos y verdes bordados a la cintura como es costumbre de la región Tepehua de Acaxochitlan, Lucrecia con la mirada baja en la masa, al fondo de la penumbra que despliega la única ventana del obscuro cuarto y el humo que asciende y asciende hasta las vigas creando un ambiente espiritual.
Aquí no hay pobreza ni carencia, por el contrario abundancia de una cultura y una herencia ancestral, comida sencilla con el olor a la tierra de aquí, hecha con las manos que tejen los bordados en los telares de cintura de color y tradición en Santa Ana Tzacuala.
Lucrecia nos mira y dice ándele hágase un taquito
Mova-se fumaça cinzas incêndio no quarto escuro onde esperam tortillas em grande rodada comal que infla e Dora o fogo forte, esperando martajada molho verde e um feijão cozido. Destaques blusa branco adornado com cintura tópicos vermelho e verde bordado como de costume região Tepehua Acaxochitlan, Lucrecia de olhos baixos na massa, a parte inferior da melancolia que exibe a única janela da sala escura e fumaça sobe e sobe para as vigas, criando um ambiente espiritual. Aqui não há pobreza ou a falta, no entanto abundância de cultura e património ancestral, comida simples com o cheiro da terra aqui, feito por mãos tecer bordados na cintura teares cor e tradição em Santa Ana Tzacuala. Lucrecia olha para nós e diz Andele-se um taquito



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